domingo, enero 21, 2007

¿Qué culpa tienen los niños?

Carlos Galindo

Enero 2007

“Basta ser malos padres para acabar con el mundo.” C.G.

No entendí la importancia y la belleza de la niñez hasta que tuve mi propio hijo. Sin duda es la etapa más importante en el desarrollo humano, todos los niños deberían ser felices y tener la oportunidad de desarrollarse como seres plenos.

Soy Ateo, sé con certeza, que esta vida que tengo es y será la única, no hay infierno ni cielo para mí, no hay resurrección, no hay paraíso, sólo tengo esta experiencia de vida única e irrepetible, magnífica… sé (y hay toneladas de evidencia… literalmente) que el proceso que me trajo hasta aquí es mucho más maravilloso, elegante e interesante que el de un diseñador omnipotente, indiferente y arrogante. Mi vida terminará algún día, eso es seguro ¿Qué pasará conmigo? Me reintegraré a la naturaleza, y me volveré eterno sí, ¿pero que más? Si no tuviera un hijo hermoso, me bastaría con haber vivido lo que viví, con los errores, aciertos y todas las experiencias vividas; pero con un hijo, las cosas cambian un poco. Seguiré viviendo de una forma u otra en mi hijo, y ahora mi misión principal es, sin duda, hacer lo posible por ser un buen padre, dentro de mis muchas limitaciones.

¿Qué es ser un buen padre? Sinceramente, no lo sé bien, pero tengo una idea bastante clara de lo que es no serlo.

Frecuentemente veo padres que beben alcohol frente a sus hijos hasta embriagarse por completo, no les importa, no ven que es un mal ejemplo y las consecuencia que acarrea; padres que fuman delante sus hijos, que insultan a sus hijos y frente a sus hijos, los hay que golpean a sus esposas frente a sus hijos, sin duda, hay quien se droga frente a sus hijos también, e incluso cosas peores.

Podemos decir que estos son casos extremos, sin embargo, no dejan de ser comunes y sin duda, sumamente perjudiciales; sin embargo, hay actos más comunes, más sutiles y potencialmente peligrosos.

Rousseau dijo: “La infancia tiene sus propias maneras de ver, pensar y sentir; nada hay más insensato que pretender sustituirlas por las nuestras”. La instrucción religiosa infantil es sin duda una forma de abuso; ¿suena escandaloso? No soy el único que piensa eso, diversos estudios y experiencias lo respaldan. Mi infancia fue marcada por la instrucción religiosa; desde que nací estuve envuelto en el manto de una religión que yo no elegí y que mi familia se encargó de inculcarme; para colmo, mi educación primaria se desarrolló en un colegio católico, cuyas prácticas diferían completamente de las de la religión materna, por lo que me veía presionado por ambas partes. Con el tiempo y en gran parte gracias a los libros y revistas de ciencia, pude darme cuenta que lo que se me había inculcado distaba mucho de la verdad, me armé de valor y abandoné la religión; fue algo difícil al principio: llantos, reproches y enojos de mi madre y hermanas, pero al final valió la pena; ¿Era realmente necesario pasar por todo eso? ¡Claro que no! Sin duda mi infancia pudo haber sido mejor si me hubiesen inculcado verdades comprobadas en vez de creencias falsas, chantajistas y absurdas. No dudo que mi madre deseaba lo mejor para mí, pero el problema es que no se me dio opción, nuca se me dijo: “mira, existen estos otros puntos de vista, estas evidencias, considéralas”; obviamente parece algo impensable. No tuve contacto con las maravillas de la ciencia hasta que las busqué y encontré por mi mismo; en la secundaria tuve un maestro de ciencias naturales que para mi mala suerte pertenecía a la misma religión, y para quien la evolución debería ser tratada como mito y el creacionismo como verdad absoluta; es una lástima, desde pequeño me maravilla la ciencia, la búsqueda del conocimiento y la verdad me llegó un poco tarde gracias a la religión… me gusta pensar (más bien me disgusta), que el mundo perdió conmigo a un buen científico.

Cuando abandoné la religión que se me había impuesto, mi vida se volvió… ¡una vida! Fui Bombero Voluntario durante cinco años, aprendí a nadar, fui buzo de rescate, ciclista de montaña a nivel de competencias, alpinista, corredor, campeón de ajedrez de mi universidad, participé en desfiles deportivos, pude cantar a todo pulmón nuestro hermoso (aunque bélico) himno nacional, celebré mi primer cumpleaños (sí, leíste bien), participé en concursos de oratoria, de ortografía, de fotografía, tuve novia, conocí gente maravillosa y un sin fin de cosas que me tomarían largo tiempo contarles; tal vez la religión que se me impuso era algo restrictiva, pero sin duda todas las religiones lo son en mayor o menor grado. No te dejan desarrollarte plenamente. Actualmente tengo buenos hábitos: No tomo alcohol, no fumo, soy un buen padre y hago cuanto puedo para mejorar un poco mi mundo. Me molesta mucho cuando alguien me dice: “Ah, pues con razón eres así, eso te lo inculcaron de niño”, “¡No es así idiota!” –Suelo responder- “te puedo dar ejemplo de ex correligionarios que se entregaron al alcohol drogas etc.” Estoy seguro que ellos no tuvieron acceso a los libros que yo leí, y a la gente que conocí, pero ese no es mi problema. Lo que soy y seré es por voluntad propia, claro que mi padre no me dio malos ejemplos, eso se lo agradezco; de cualquier forma, infancia no es destino, cada quien elige su propio camino.

El punto es que ningún niño debería pasar por eso; aún hasta hoy, a mis treinta años no he podido deshacerme de todo el lastre que mi infancia y adolescencia religiosa me dejaron, no en cuanto a creencias y sentimientos de culpa, eso quedó atrás, si es que lo hubo, hace muchos años, pero sí en cuanto a tiempo desperdiciado y perdido, sin duda me hicieron perder tiempo y motivaciones valiosas e irrecuperables, en una época determinante de mi vida. Nadie de mi familia tiene estudios universitarios, es una lástima, son personas inteligentes, aunque también razonadores selectivos; decidieron dedicarle su vida a la religión, “para que estudiar, el mundo ya se va a acabar”, han pasado veinte años y no ha pasado ni pasará nada. No puedo negar que son buenas personas, pero el hecho de pensar diferente nos ha separado, ¿Qué absurdo no? Me viene a la mente una frase de Steven Weinberg, premio Nobel de física:
"La religión es un insulto para la dignidad humana. Con o sin ella, habría buena gente haciendo cosas buenas, y gente malvada haciendo cosas malas, pero para que la buena gente haga cosas malas hace falta la religión."

El cerebro de los niños está programado para creer todo lo que la gente mayor le diga, esto desde el punto de vista evolutivo ha sido muy útil; imagínese un niño africano de hace 100,000 años, al cual cuando su padre le dice “¡Hijo! ¡Corre! ¡Ahí viene un león, te va a comer!” en lugar de correr inmediatamente le responde: “¿Cuáles son tus razones para creer que es un león hambriento? ¿No querrá simplemente jugar?, ¿por qué razón habría de comerme a mí y no a ti?” O al que cuando sus mayores le dicen: “esta planta es venenosa, nunca la pruebes o morirás inmediatamente” no los obedece y piensa: “tal vez la planta es muy sabrosa, y lo que ellos no quieren es compartirla, veamos…”; seguramente estos niños con cerebros escépticos, si los hubo, no dejarían descendencia. Es por esta heredada tendencia a creer por lo que es importante educarlos adecuadamente. ¿Qué pensarías de un padre que, teniendo la posibilidad de alimentar en forma a su hijo, sólo le da de comer tortillas con sal? Cuando lo cuestionas al respecto responde: “así me criaron a mí y no me paso nada, si esto fue bueno para mí también tiene que ser bueno para él”. Tú procedes a explicarle pacientemente que esos fueron otros tiempos, que los estudios actuales demuestran que una alimentación balanceada es lo mejor para el correcto desarrollo de su hijo y todo eso, y él te responde: “esas son tonterías, yo alimento a mi hijo como yo quiera”; seguramente terminarías llamándolo imbécil y hasta buscarías algún servicio social para denunciarlo. Cuando llenas la cabeza de tu hijo con ideas de la edad media, estás desnutriendo su mente, su herramienta más valiosa para sobrevivir en un mundo cada vez más complejo, dominado por supersticiones, pseudo ciencia y fundamentalismo religioso, lo mantienes en una empinada y resbalosa pendiente sin las herramientas para superarla sano y salvo… ya sabes como te llamo.

¿Merece un niño alimentar su mente con miedos a demonios, al infierno, a seres malvados e incluso a Dios? Aún siendo adultos siguen teniendo ese temor, temores absurdos, innecesarios. No disfrutan la vida a plenitud, viven asustados, reprimidos, buscando respuestas en charlatanes, psíquicos de tv y corruptos pastores religiosos. ¿Merecen no celebrar sus cumpleaños por que se supone que en un cumpleaños de la antigüedad le cortaron la cabeza a Juan el bautista?, ¿Merecen nacer sin ser deseados o nacer enfermos de muerte porque a alguien del vaticano se le ocurrió prohibir el uso del condón en el nombre de Dios? ¿Merecen que en la primera oportunidad los sacerdotes, que se supone desconocen el sexo (salvo por los pederastas, que no son pocos) los repriman, inmiscuyéndose hasta en su vida sexual? Ni siquiera he tocado el tema de los niños y niñas musulmanes y de la extirpación sexual que se aplica a niñas de África; es nauseabundo, todo en nombre de dioses, llámense como se llamen. “Claro” –puedes decir- “esos tipos son extremistas, están enfermos”. La cuestión es que hay extremismo religioso aún en nuestra comunidad: Padres que dejan morir a sus hijos o a sí mismos por no aceptar transfusiones de sangre, madres que dejan de hablarle a sus hijos por pensar diferente a ellos, gente que se azota, que se crucifica, que entrega el 10% de sus ingresos para mantener a una élite religiosa holgazana, que basan su salud en milagros inexistentes, que niega ciegamente verdades evidentes; tienen todos el mismo mínimo común denominador… a mí no me queda duda de que estas acciones pueden ser el principio de actos más graves.

Si es inevitable que tus hijos nazcan y crezcan en un ambiente religioso, en una religión que por tradición ha venido pasando de padres a hijos: ¿por qué no enseñarles ambos lados de la historia? ¿Por qué no hacer un esfuerzo por vencer las ideas que te inculcaron y dejar que sean los niños los que con el tiempo decidan su camino sin provocarles angustias y penas en el proceso? Sería bueno ver a padres que después de llevar a sus niños a sus templos y escuchar un sermón o discurso sobre la creación, se sentaran juntos a ver un documental sobre la elegancia de la evolución y la selección natural; si eres católico, la tienes fácil, Juan Pablo II aceptó la evolución, aunque dijo que de alguna forma fue “guiada” por Dios… equivocado, pero algo es algo; otras religiones son más radicales, creen a pies juntillas en que la tierra tiene seis mil años (¡que estupidez!), que todo fue creado en seis días naturales, en el arca de Noé, en que serán raptados al cielo en cierto momento, etc. No dejan de ser historias bonitas, pero enseñarlas como verdades que hay que creer por creer y pretender que sabemos menos de lo que realmente sabemos, no ayuda en nada a desarrollar en los niños una mente crítica, escéptica, que les será indispensable.

Me duele pensar cuantos científicos hemos perdido por la instrucción religiosa, cuantas mentes brillantes han perdido la cualidad de maravillarse… no deja mucho espacio para desarrollar el intelecto el pensar que hay un dios todopoderoso que creó todo y ante el cual todas las preguntas importantes terminan sin respuesta.

Mi hijo de tres años hace unos días me dijo: “tengo derecho a jugar”, me causo mucha gracia y me hizo reflexionar. En su escuela les están enseñando los derechos de los niños, ahora es más difícil corregirlo, porque para todo dice que tiene derechos; habría que enseñarles que también tienen “derecho a pensar por sí mismos”, “derecho a dudar de lo que se les presenta como verdad absoluta“, “derecho a exigir evidencias extraordinarias ante afirmaciones extraordinarias” “derecho a saber que tienen opciones”… esto con el tiempo, no me queda duda, le daría otro significado a su “derecho a ser felices”.

viernes, enero 12, 2007

"Donde hoy se queman los libros, mañana se quemarán personas"

¿Es sólo mi percepción o realmente es muy difícil establecer una conversación inteligente con la mayoría de las personas?

Aclaro que no se trata de que cada conversación deba tratar sobre ciencia o temas interesantes... ¡pero tampoco se trata de hablar siempre tonterías o cosas intrascendentes!

La frase con que inicio este post, es de un escritor judío apellidado Heine; en la Alemania de 1821, Heine, instado a pronunciarse sobre un periodo de engañosos discursos nacionalistas en el que se habían quemado libros, declaraba: «Allí donde hoy se queman libros, mañana se quemarán personas»; realmente, el tipo no se equivocó. Durante toda la historia, se han arrojado libros a las hogueras. Muchos se consumieron irremediablemente. Aún no hace mucho que perecieron unos dieciséis mil manuscritos iluminados, sin reproducir, en el incendio devastador de la biblioteca de Sarajevo. Los fundamentalistas queman libros por instinto. Los conquistadores musulmanes de Alejandría, al condenar a las llamas la legendaria biblioteca, habían dicho: «Si contenía el Corán, ya disponemos nosotros de copias; si no lo contenía, no valía la pena conservarla.» Comparada con el genocidio, la quema de libros no parece un hecho grave. Pero los libros simbolizan muchas cosas. Censurar y destruir libros es quitarnos conocimiento y oportunidad para desarrollar el pensamiento crítico.

Aquí en México aún no quemamos libros abiertamente, pero tampoco los leemos, que siendo realmente prácticos, es básicamente igual: si no te interesa para nada alguna cosa, te da igual que exista o no. Me pregunto si eso nos llevará poco a poco a algo similar a quemar personas.

Si hemos de buscar culpables de la poca cultura general, es fácil ubicarlos: la religión(no leas, no pienses, sólo ten fe y cree lo que te digamos), el sistema educativo que no motiva a la lectura por decir lo menos, y la T.V. que básicamente nos presenta un 90% de estupideces.

Personalmente, me encanta leer, sobre todo literatura de divulgación científica, me fascina conocer y tratar de entender los maravillosos procesos que me pusieron sobre la tierra; dicho sea de paso, la religión no explica nada, básicamente te dice que dios hizo todo y ya... ¿no se complican no? y motivan a sus seguidores a adoptar el proceso de no pensar llamado "fé". Por cierto, acabo de tener la suerte de encontrarme con unos documentales nuevos, son excelentes, están presentados por un reconocido biólogo y autoridad mundial en evolución: Richard Dawkins, autor de libros como: El gen egoísta, El fenotipo extendido, La Montaña improbable y el más reciente The god delusion ó el engaño de dios; Respecto a este último, un crítico escribió: "Si este libro no cambia al mundo, estamos jodidos". Yo lo cambiaría un poco y diría : "Estamos jodidos, este libro no cambiará al mundo". He tenido la oportunidad de leer sólo el primer capítulo en inglés y me pareció excelente.

Volviendo a los documentales, son dos: The god delusion "¿root of all evil?( El engaño de dios "¿Raíz de todo mal?) y The god delusion "The virus of faith" (El engaño de dios "El virus de la fé") Para mi fortuna y la de unos pocos más, alguien se dio a la tarea de subtitularlos y subirlos a google video, y yo, tratando de ayudar a frenar un poco la época de "neo oscurantismo" que se avizora, pues los pongo aquí abajito; el primero es el de abajo, el segundo es obviamente el de arriba, se los recomiendo ampliamente, espero sinceramente que cambie su punto de vista sobre algunas cosas, o al menos les sirva como tema de conversación...

Si deseas leer algo interesante, visita otro de mis blogs http://tiempodelaverdad.blogspot.com
está en construcción, pero ya hay, al menos hasta hoy, tres interesantes artículos.

Un saludo afectuoso.
El Virus de la Fe, de Richard Dawkins.

Si deseas ver el video un poco más grande, este es el el enlace a google video:
http://video.google.es/videoplay?docid=-8365780578032579777&q=richard+dawkins

También lo puedes guardar en tu compu, da click aquí: Descargar

Son más de 300 Megas, tardará un poco, el video está en fromato avi.


The God delusion de Richard Dawkins.



¿Raiz de todo mal?

Si deseas ver el video un poco más grande, este es el el enlace a google video:
http://video.google.es/videoplay?docid=739104736941335888&q=richard+dawkins

También lo puedes guardar en tu compu, da click aquí: Descargar
Tardará bastante porque son mas de 300 megas, pero realmente vale la pena.